
Normativamente Japón es uno de los países que prohíbe los juegos de azar o casinos privados. Sin embargo, hasta la fecha son legales las carreras de caballos (25 lugares), las carreras de bicicletas (43 lugares), las carreras de botes (24 lugares) y las carreras de autos (5 lugares). Estas actividades registradas y promovidas positivamente por cada gobierno local, buscaba recuperar la economía afectada por la Segunda Guerra Mundial.
Pero entonces, ¿Cómo han funcionado los “Pachinkos” (casinos) en Japón?.
Pues, según la ley japonesa, estos no son juegos de azar y “no pueden ser completamente ilegales”. Además, por la habilidad de los inversionistas y su estrategia de “tres puntos”, han logrado evitar la ilegalidad y entrar en la zona gris de la legislación japonesa.
Estos puntos consisten en:
- Primero abrir un salón o edificio donde se instalan las maquinas que al ganar entregan unas bolitas y pueden ser intercambiadas por diferentes premios como relojes, dulces, juguetes, electrodomésticos o “el premio especial”.
- Segundo es la sección de intercambio del “premio especial” (es una tarjeta que dependiendo del valor y el establecimiento puede cambiarse por dinero y solo tiene valor en ese “Pachinko”).
- Y tercero es el distribuidor de productos.
Cada actividad se registra por separado y se administra independientemente, pero todos saben que en realidad son un “combo”. Cuando una empresa funda un “Pachinko”, casualmente se instala cerca del “Pachinko” una empresa de intercambio de regalos y casualmente también un distribuidor de productos.
Por ejemplo, cuando un cliente gana las bolitas en las máquinas de “Pachinko” las puede intercambiar en el salón de regalos que está en el mismo lugar y si escoge el “premio especial” tiene que salir del “Pachinko” y dirigirse a una oficina que está muy cerca. En esa oficina puede intercambiar el “premio especial” por dinero, esta última regresa el “premio especial” al “Pachinko” bajo el nombre de distribuidor de servicios, así cumple el ciclo.
Ahora existen cerca de once mil “Pachinkos” en Japón y se incrementa el problema de dependencia o adicción a esta actividad. Es un gran problema social que ha llevado a muchas familias a la quiebra y endeudamientos. Por lo tanto, poco a poco la gobernación está siendo más estricta con estas actividades, además en diciembre del 2016 se ha aprobado la “ley de casino” en el parlamento japonés. Básicamente, en unos años se piensa abrir un casino administrado por la gobernación que regule esta actividad y recaude dinero extranjero. Hasta ahora no se sabe cómo esto afectara a los Pachinkos.