
Hola, en esta oportunidad, me gustaría presentarles Iwakuni, la ciudad donde vivo.
Ubicada en la prefectura de Yamaguchi, al este de Japón, Iwakuni alberga una diversa población de sudeste asiáticos y estadounidenses (que principalmente perteneces a la base militar).
Además de su diversidad cultural, Iwakuni cuenta con un aeropuerto que ofrece conexiones directas a Tokio, facilitando enormemente los viajes.
Sin embargo, la verdadera estrella de Iwakuni es el puente Kintaikyo, que atraviesa majestuosamente el río Nishiki. Este puente no solo es una maravilla arquitectónica, sino que también actúa como un portal hacia el monte Shiroyama. En la cima de este monte, se encuentra un museo en un castillo que ofrece una vista panorámica impresionante de la ciudad y en la base se encuentra el parque Kikko que todavía guarda la esencia del Japón feudal.
El puente Kintaikyo, construido principalmente de madera en 1673, fue diseñado originalmente para conectar las casas del comandante samurái Hiroie Kikkawa y dirigentes con la ciudad. Desafortunadamente, un devastador tifón lo destruyó al año siguiente. De este trágico evento, surgió una leyenda: se dice que un samurái local estaba dispuesto a sacrificarse para apaciguar al dios del río, pero sus dos hijas, creyendo que su padre era esencial para la comunidad, se ofrecieron en su lugar y se sumergieron en las aguas. Desde ese momento, y durante los siguientes 250 años, el puente resistió sin sufrir daños significativos.
Otra leyenda fascinante de Iwakuni gira en torno a unas “figuritas” formadas por pequeñas piedras y arena encontradas en el río Nishiki. Estas figuras, creadas por larvas para protegerse, eran vistas por los antiguos habitantes como las hijas del samurái transformadas en deidades guardianas del puente. Hoy en día, un museo cercano al río celebra esta tradición, vendiendo estas figuras que encuentran en el río como amuletos de buena fortuna.

Con el paso del tiempo y uso, el puente Kintaikyo como era de esperar, ha sufrido daños y se ha reconstruido para reforzarlo. Sin embargo, siempre se ha mantenido fiel a su forma de arco original y se ha hecho un esfuerzo para preservar su sistema de ensamblaje de madera, evitando el uso de tornillos y metales.
Aunque en algunas partes se ha utilizado hierro para reforzarlo, debido a que es un gran punto turístico y es permitido transitar por el. Actualmente, se está considerando la posibilidad de nombrar al Kintaikyo como un nuevo Patrimonio de la Humanidad.

Cerca del puente, se han plantado numerosos árboles de Sakura (cerezos), que en primavera crean un paisaje armonioso con el puente y el río. Además, durante el verano, el festival de fuegos artificiales ofrece un espectáculo impresionante, donde las luces de los fuegos artificiales se entrelazan en el cielo y se reflejan en la superficie del río.
Otro punto de interés en la misma zona es el museo de las serpientes albinas “Shirohebi”. Aunque biológicamente las serpientes albinas son muy raras, misteriosamente se han encontrado varias veces a “Shirohebi” en Iwakuni, a pesar de que los animales albinos tienen una probabilidad de nacimiento muy baja.

Este fenómeno intrigante llevó a los pobladores a considerarlas como mensajeros divinos. En su honor construyeron un templo en Iwakuni y han respetado su existencia desde que se encontró la primera en 1738.
Ciertamente Japón no se limita a Tokio, Osaka o Kioto. Se puede encontrar muchos lugares asombrosos en Japón, espero que personalmente puedan venir a conocerlos.
En especial a Iwakuni. 😉