¡Llegamos a Cali! yo he viajado muchas veces a Cali, pero me sentía raro por la diferencia de temperatura y el ambiente de Japón, Francia y ahora el calor de Cali. Pude entender el sentimiento de incertidumbre de Alicia en el país de las maravillas.
Mi hija estaba llena de energía por dormir bien en el avión y su curiosidad la llevó a correr y saltar por todas partes. Mi esposa estaba feliz pero cansada, normal por el largo viaje y nuestra niña de 3 años. Usamos mucha energía en este viaje.
De todos modos, que alivio que llegamos seguros a Cali. Mi suegro y su sobrino nos recogieron en el aeropuerto de Cali, estaban muy felices cuando nos vieron y claro es la primera vez que mi suegro veía a su nieta en persona, sin duda estuvimos muy emocionados. Antes de salir del aeropuerto mi suegro y su sobrino pusieron nuestras maletas amarradas encima del carro, ¡ciertamente ya estamos en Colombia!
esta vez sentí más calor de lo habitual, pero tenía razón, la temperatura en Japón y París rondaba los 0°c, por lo que el calor hizo que las mejillas de mi hija se pusieran rojas. Pero ella solo se emocionaba por ver las calles y las frutas que vendían en los semáforos. Yo solo me preocupaba que en un frenazo las maletas no se cayeran del techo y todas nuestras cosas quedaran regadas en la mitad de la calle.
Pero llegamos seguros a la casa, mi suegra nos esperaba con chicharrones para el almuerzo, yo estaba muy feliz porque es mi comida colombiana preferida. No tengo más que agradecimiento, no hace falta decir que todo estuvo muy rico.

sin embargo, después de la felicidad nos llegó la enfermedad. Mi esposa tenía una gripa muy pegajosa antes del viaje. Antes de salir de Japón fuimos al médico que le realizo una prueba de PCR que fue negativa, por lo que le recomendó descanso y un medicamento para combatir una posible bacteria que afectaba los bronquios, pero a pesar de eso nunca se curó del todo y cuando llegamos a Cali todavía tosía.
La tos pareció empeorar después de pasar mucho tiempo en el ambiente del avión. Sin embargo, ella no pudo aguantar las ganas de hablar todo el día con su familia y amigos, eso afectó más su garganta. Además, a mi hija le dio fiebre y tenía una oreja muy roja e hinchada creo que por alguna picadura de zancudo. Realmente nos llovió sobre lo mojado.
Gracias a que conocíamos un médico en Cali que nos recomendó una medicina y crema, mi hija se recuperó rápidamente. Sin embargo, el cuerpo de mi hija le costó adaptarse al ambiente, horario, clima y comida. Pero después de eso parece que ella pudo superar todas las enfermedades, aunque la comida colombiana no la pudo aceptar (en todo el viaje ella solo comió arroz japonés, ramen instantáneo, pollo asado y frito, cerdo asado y por supuesto dulces y helado). Aun así, valió la pena que mi hija conociera su familia colombiana y mi esposa ver a su familia.

Mi hija estuvo muy feliz bailando, corriendo y jugando con todos. Afortunadamente ella es muy sociable con cualquier persona y pudo aprender muchas palabras en español por hablar con otras personas. Hasta en la calle, ella saludaba a las personas: “¡Hola! ¿Cómo estás?”.

Solo estuvimos dos semanas y por nuestras enfermedades solo pudimos visitar Dapa y Buga, es una lástima que no pude visitar la ciudad de Popayán que tanto me gusta. Pues los últimos días de nuestra estadía en Cali, también tuve gripa, no tenía fiebre, pero tenía mucha tos y malestar general.

Con tristeza, sin disfrutar mucho de Cali y sin ver algunos amigos llega el día de regresar a Japón. Hasta el aeropuerto mis suegros y algunos familiares nos acompañaron y con mucha tristeza hemos partido.
Llegamos a Bogotá con tiempo de sobra y tuvimos la oportunidad de comprar regalos para familiares y compañeros del trabajo, así como cenar. Mi hija parecía muy cansada, así que puse las maletas y las chaquetas en el carro de equipaje y logramos construir una cama. Mi hija es muy pequeña, por lo que estaba muy cómoda y después de dormir durante más de una hora, luego se despertó de muy mal humo y cuando la toque nos dimos cuenta que estaba muy caliente, al instante que la cargue ella se vomitó encima de mí.
Con vomito y mi hija llorando por la fiebre, sin duda la desesperación me dominó, porque ya se acercaba la hora del vuelo y todavía teníamos que viajar de Paris a Tokio. Incluso consideramos cancelar el vuelo e ir a un hospital de la ciudad.
Después de cambiar y botar mi ropa sucia, fuimos a información a preguntar por una enfermería. Menos mal que rápidamente llegaron dos enfermeros para revisarla y luego nos llevaron a la enfermería donde estaban los médicos. En esta ocasión fue muy conveniente que nuestro vuelo se retrasara una hora y nos dio tiempo para que el médico le recetara una inyección y gotas para la fiebre y el vómito. El medico nos dijo que no estaba tan grave y que podía hacer todo el viaje hasta Japón. Pero nos recomendó que fuéramos al médico cuando llegáramos a casa.
A los minutos de recibir los medicamentos, le bajo la fiebre y cesó el vómito, ya mi hija se veía tan animada como siempre, caminaba y quería tomar bebidas. Realmente estoy muy agradecido con el servicio del aeropuerto de Bogotá, muy buen trabajo y gratis.
Cuando llegamos a Paris, ella ya estaba recuperada. Además, el vuelo para ir de Paris a Tokyo se ha retrasado un día. Así que AirFrance nos ofreció una noche paga en un hotel del aeropuerto y 50 dólares para comprar en las tiendas del aeropuerto.
Gracias a Dios pudimos recuperarnos y entendimos que hay “milagros” en este mundo que son inesperados.
Al día siguiente pudimos pasear otra vez por Paris, que casualidad que fue un día despejado en el invierno parisino. Después de todo hemos terminado nuestro “primer gran viaje familiar” con muchos recuerdos y algunas dificultades.
En Japón hay un dicho: “incluso si hay varias dificultades, no te preocupes si el final es bueno”
6 respuestas a “Edición especial: Regreso a Japón desde Colombia con escala en Paris; precios, documentos e impresiones 2.0”
Muy brutal! Excelente experiencia, me causó mucha gracia el “, ¡ciertamente ya estamos en Colombia!”. En Cali puede que haya un aumento en la temperatura promedio con respecto a la último año en que la visitaron. También por la expansión urbana y la construcción de nuevas viviendas se ha perdido mucha cobertura de árboles, la sensación de calor es cada vez más fuerte y la contaminación va en aumento. Es una lastima que Yunna y quizá otros viajeros se vean igualmente afectados por estos factores. Muchas gracias por tanta información y compartir esa bonita experiencia.
Alguna zona donde era una finca Cuando yo he vivido en Cali.ya se ha desarrollado como unos apartamentos y un centro comercial.
Urbanizando más cada año.
Una pregunta, los tiquetes los compraron por medio de alguna aplicación o directamente en las páginas de las aerolíneas? Y como sintieron el cambio de moneda? Les favoreció devaluación del peso colombiano?
Hemos comprado el ticket directamente en la página de AirFrance.
Sentimos un poco más barato que Japón el precio en Colombia. Pero por comparar el salario, Colombia está más duro que Japón.
A mi tambien me gusto Popayán mucho cuando fui. Como se escribe en Japones este dicho al final?
Hola!!
Muchas gracias por leer.
Se dice:
“Owari Yokereba Subete Yoshi”